En los últimos años, la teoría del aprendizaje social yla Hipnotizabilidad propuesta por primera vez por Rother (1954) y luego refinada por Bandura (1977), se ha enriquecido enormemente con la introducción de un nuevo concepto que ha recibido poca atención en la literatura científica. La hipótesis de la expectativa de respuesta, desarrollada por Kirsch (1985 y 1990), representa una extensión significativa de la teoría del aprendizaje social.
Este nuevo concepto no solo aporta una perspectiva complementaria a nuestra comprensión de los comportamientos voluntarios de aproximación o evitación. Sino que también arroja luz sobre la experiencia no volitiva del ser humano.

Las expectativas de respuesta se definen como anticipaciones subjetivas de respuestas no volitivas, es decir, las probabilidades percibidas de que ocurran respuestas experimentadas como automáticas, sin un esfuerzo consciente.
Este enfoque innovador promete ampliar nuestro entendimiento de los procesos psicológicos relacionados con el aprendizaje social y ofrece una nueva dimensión para explorar las complejidades de la conducta humana.
Respuesta de expectativa y susceptibilidad a la Hipnosis.
Factores disposicionales y mediadores contextuales en la predicción de la hipnotizabilidad.
Explorando la fascinante relación entre las expectativas de las personas y su disposición a dejarse llevar por la Hipnosis, nos sumergimos en un mundo donde la susceptibilidad se presenta como una distribución bastante común en toda la población (según Hilgard, 1965, 1967).
Tradicionalmente, se ha pensado que ciertos aspectos de la personalidad y habilidades cognitivas a largo plazo actúan como cimientos para la Hipnosis y las respuestas a sugestiones hipnóticas.
Sin embargo, las cosas se ponen interesantes cuando consideramos las investigaciones más recientes de Groh (1989) y de Kirsch y Council (1992), quienes han dedicado esfuerzos significativos a este campo. Sus hallazgos no solo son variados. Sino que en su mayoría desafían la hipótesis tradicional. En lugar de confirmar la creencia convencional, informaron resultados contradictorios y mayormente negativos.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la complejidad de la respuesta a la Hipnosis. Donde los factores disposicionales y los mediadores contextuales entran en juego para predecir la hipnotizabilidad. En definitiva, se destaca la existencia de notables diferencias en la sensibilidad y el nivel de Hipnosis entre las personas. Lo cual agrega un matiz intrigante a esta área de estudio.
Vale la pena señalar dichos conceptos están estrechamente relacionados entre sí. Por lo que es difícil defender la opinión de que representan constructos claramente distinguibles.
Creemos que existe una diferenciación excesiva en el estudio de estas variables de capacidad y que indican una tendencia y una capacidad cognitiva general para aislar la atención centrándose en un pequeño subconjunto de experiencia subjetiva.
Autopredicciones de responsividad hipnótica e Hipnotizabilidad
Los investigadores propusieron que las expectativas de respuesta constituyen la vía cognitiva final en la que convergen e integran las diversas influencias que producen la respuesta hipnótica.
Imagina esto: si resulta ser verdad, algunas personas con una mente que siempre está un paso adelante podrían realmente afectar las respuestas hipnóticas al moldear las expectativas de lo que está por venir.
Cosas importantes para tener en cuenta incluyen lo conscientes que somos de nuestra propia personalidad. Cómo percibimos la situación que nos rodea, qué tan difícil creemos que es la tarea por delante y qué tan abiertos estamos a la idea de ser hipnotizados.
¡Todo un juego de variables que podría hacer que la experiencia sea única para cada uno de nosotros!
En resumen, se espera que las personas experimenten los efectos propuestos cuando las respuestas indicadas se perciben como apropiadas para el papel del sujeto hipnótico. Cuando la situación creada se percibe como hipnótica y cuando la tarea invocada se percibe como suficientemente simple y experimentada.
Pocos estudios han abordado el problema de la anticipación de evaluar las predicciones de éxito o fracaso de los sujetos en cada ítem de la escala de sensibilidad.
Este enfoque ignora el grado de confianza de los sujetos en sus expectativas al definir dicotomías. Las expectativas se entienden como probabilidades subjetivas; La creencia en una predicción es esencial para su generación o motivación, marcando la diferencia entre creencia y mera conjetura.
Kirsch (1991) sugirió que la exclusión de estos niveles de confianza en algunas medidas puede explicar que Katsanis et al. Para la distribución en forma de abanico detectada. en la relación de expectativa e hipnotizabilidad.
Estrategias y expectativas para la Hipnotizabilidad:
Se ha demostrado que las personas que participan en fantasías deliberadas o estrategias de fantasía tienen una respuesta mejorada a la Hipnosis. Kirsch (1997) argumentó que las escalas de Hipnosis son únicas para medir la excitabilidad imaginal en comparación con otros tipos de excitabilidad.
Entonces, mira, cualquier reacción que tengamos a las sugerencias sobre el proceso imaginativo podría ser como un toquecito hipnótico. Sin importar si alguien nos metió de lleno en eso antes o no.
Algunos estudiosos piensan que cuando esperamos cosas buenas. Eso de alguna manera influye en cómo respondemos a las ideas que nos lanzan. Haciendo que estemos más inclinados a expresar de manera positiva las cosas que nos sugieren o las fantasías que nos presentan.
¡Así que nuestras expectativas positivas pueden realmente ponerle su toque especial a nuestras reacciones!
Sin embargo, la relación puede revertirse, lo que sugiere que los efectos de la fantasía sobre la Hipnosis están impulsados únicamente por las expectativas de respuesta generadas por el proceso de fantasía.
Además, parece razonable que las fantasías produzcan respuestas hipnóticas y que las expectativas mejoren este efecto. Una variedad de estudios revisados por los investigadores, sugieren que los efectos de las estrategias de fantasía están mediados al menos parcialmente por las expectativas.
Se ha observado que motivos altamente sugestionables pueden producir respuestas hipnóticas incluso cuando la imagen es inconsistente o incluso contraria a la sugerencia de que el efecto deseado es más fuerte que el efecto de la imagen.
Conclusión
En conclusión, la integración de la expectativa de respuesta en la teoría del aprendizaje social, propuesta por Kirsch. Ha revolucionado nuestra comprensión de la Hipnosis y sus fundamentos psicológicos. A medida que cuestionamos la concepción tradicional que atribuye la hipnotizabilidad a rasgos de personalidad y habilidades cognitivas estables. Nos adentramos en un terreno más dinámico y complejo.
El debate en torno a habilidades cognitivas como la implicación imaginativa, la disociación y la propensión a la fantasía en el contexto de la Hipnosis. Nos lleva a reflexionar sobre la interconexión intrínseca de estos constructos.
La expectativa de respuesta surge como una pieza central, influyendo en la respuesta hipnótica a través de múltiples facetas. Entre las cuales destacan las percepciones de rol, las percepciones situacionales y las expectativas de hipnotizabilidad.
Esta interacción compleja entre factores cognitivos resalta la necesidad de un enfoque integral al abordar la Hipnosis. Reconociendo la influencia mutua y la interdependencia de estos elementos.
La conjunción de estrategias de imaginación, expectativas y respuestas hipnóticas revela una red intrincada de procesos psicológicos.
La comprensión de la confianza en las expectativas como un componente esencial para interpretar la relación entre predicciones de éxito o fracaso y hipnotizabilidad subraya la importancia de considerar la certeza subjetiva en nuestras evaluaciones.
En resumen, estos descubrimientos no solo proporcionan una visión más completa de los mecanismos de la Hipnosis. Sino que también ofrecen valiosas perspectivas para abordar la complejidad inherente a la conducta humana y su manifestación en el fenómeno hipnótico.
El campo de la Hipnosis continúa siendo un terreno fértil para la exploración y la comprensión más profunda de los procesos mentales y las interacciones psicológicas.