Analgesia hipnótica para el alivio del dolor

Desde el año 1700 en adelante, el Dr. Antón Mesmer y otros profesionales de la medicina documentaron el uso del «magnetismo animal» como una forma de aliviar el dolor. No obstante, fue a partir de 1821 cuando realmente se inició la era de la analgesia hipnótica o hipnoanestesia como se conoce en la actualidad.

¿Cómo se produce la cronificación del dolor?

Se está investigando actualmente este proceso, pero se resaltan al menos cuatro elementos. Es fundamental realizar una evaluación integral de los pacientes, teniendo en cuenta de manera simultánea aspectos físicos, psicológicos y ambientales.

La finalidad de la evaluación del dolor es comprender en qué medida los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales contribuyen a la experiencia del dolor.

Si no se reconocen ni se abordan los aspectos psicológicos, es probable que esto afecte negativamente la respuesta del paciente al tratamiento.

Las observaciones en el ámbito clínico y los hallazgos científicos apuntan hacia la posibilidad de que los individuos puedan adquirir conocimientos sobre el uso de enfoques psicológicos con el fin de modificar la vivencia del dolor, es decir, cómo lo perciben.

Analgesia Hipnótica

En 1829, Cloquet llevó a cabo la amputación de un seno utilizando el método del «mesmerismo» en una demostración frente a la Academia Francesa de Medicina. No obstante, fue el cirujano escocés James Esdaile quien adquirió renombre por utilizar la Hipnosis como forma de anestesia en cirugías.

Durante la década de 1840 a 1850, Esdaile documentó numerosas cirugías sin dolor realizadas mediante el uso del mesmerismo. Se resalta la evidencia obtenida de estudios en los que se asignó a los pacientes de manera aleatoria.

Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Lancet demostró que la adición de la Hipnosis contribuyó más a la analgesia del dolor en comparación con la sedación consciente.

Otro grupo recibió únicamente atención estructurada como maniobra. Se encontró que la Hipnosis fue más efectiva que la manipulación atencional y la sedación por sí solas. Además, los pacientes que recibieron Hipnosis mostraron niveles mucho más bajos de ansiedad.

Ambos grupos recibieron tratamiento psicológico complementario y requieren menos medicación en comparación con el grupo de cuidados estándar.

Adicionalmente, se observaron reducciones en la incidencia de efectos adversos en el grupo de Hipnosis, como:

• Bajos niveles de saturación de oxígeno.
• Inestabilidad hemodinámica.
• Sangrado en los sitios de punción.
• Sedación excesiva.
• Vómitos que podrían distraer al equipo quirúrgico.

Lamentablemente, Lang y sus colegas no examinaron el nivel de susceptibilidad hipnótica en este grupo de pacientes. Sin embargo, se puede inferir que aquellos que obtuvieron mayores beneficios posiblemente pertenecían al grupo de alta susceptibilidad hipnótica.

¿Cómo funciona la analgesia en la Hipnosis?

Desde una perspectiva clínica, se ha demostrado que el uso de la Hipnosis es efectivo para modificar la percepción del dolor de diversas maneras, involucrando no solo las sensaciones físicas, sino también los aspectos cognitivos y emocionales que incluyen la atención, la actitud, el afecto, la atribución y la activación.

Aunque se han creado varias sugerencias creativas y metáforas para el manejo del dolor. En 1994 Hilgard propuso tres enfoques generales como sugerencias explícitas para reducir el dolor:

1. Reducir la percepción del dolor
2. Alterar la experiencia del dolor
3. Cambiar el enfoque de atención.

Las sugerencias directas de reducción del dolor se alinean con los enfoques autoritarios tradicionales en la Hipnosis. Estas pueden incluir sugerencias de adormecimiento en una parte del cuerpo, como si se estuviera administrando un agente anestésico, o instrucciones más directas como «no siente dolor».

A pesar de que la analgesia hipnótica ha demostrado efectos significativos y notables, solo en tiempos recientes, mediante el uso de técnicas como la electroencefalografía y la tomografía por emisión de positrones, se ha comenzado a comprender la actividad cerebral subyacente de este procedimiento.

Se ha observado que se producen cambios en la corteza somatosensorial durante la Hipnosis, como demostró Rainville al utilizar la PET. Las investigaciones y otros hallazgos respaldan la afirmación hecha por el psiquiatra Peter Bloom durante su conferencia en el XVI Congreso Internacional de Hipnosis e Hipnoterapia, donde afirmó que ahora existen pruebas que demuestran que las palabras tienen la capacidad de influir en la fisiología del cuerpo.

¿Qué es la retroalimentación biológica (RAB)?

A lo largo de la historia, en 1961 se introdujo el concepto de «retroalimentación» como una técnica para controlar un sistema al utilizar la información obtenida de ejecuciones previas.

Posteriormente, este concepto se extendió al ámbito de los organismos vivos, conocido como «retroalimentación biológica», en el cual el sistema involucra respuestas fisiológicas y la retroalimentación implica proporcionar información sobre la magnitud de dichas respuestas mediante instrumentos especiales, en su mayoría desarrollados por seres humanos y de naturaleza electrónica.

Se le brinda al paciente información comprensible sobre su nivel de actividad fisiológica seleccionada, utilizando diversos medios como números, colores, sonidos o imágenes, con el objetivo de proporcionar una representación precisa.

Basmajian es ampliamente reconocido como un precursor en el ámbito de la psicofisiología clínica, una disciplina también conocida como retroalimentación biológica (RAB)

Este investigador recopiló evidencia científica contundente que dejó claro y sin lugar a dudas que las personas tienen la capacidad de controlar de forma voluntaria aspectos de la actividad tanto del sistema nervioso autónomo como del somático.

Estos hallazgos han sido fundamentales para impulsar diversas aplicaciones en el tratamiento de síndromes de dolor crónico y otros problemas de salud.

En un principio, se planteó la idea de que ciertos parámetros fisiológicos, como la actividad eléctrica de los músculos y la temperatura de la piel, podrían estar relacionados con síntomas específicos en trastornos musculoesqueléticos, como el dolor lumbar, el trastorno temporomandibular y las cefaleas tensionales y vasculares.

Por consiguiente, la retroalimentación biológica desempeña un papel fundamental en la psicofisiología aplicada. Al requerir una comprensión global de la relación entre la mente y el cuerpo, y la aplicación de dicho conocimiento para abordar problemas clínicos.

¿Cómo y cuándo sumar la retroalimentación biológica?

Afortunadamente, aquellos pacientes que tienen dudas o preocupaciones acerca de la Hipnosis debido a su percepción asociada a lo mágico. Podrían considerarse candidatos ideales para la retroalimentación biológica debido a su enfoque más directo, preciso y confiable.

Las evaluaciones psicológicas, que tradicionalmente se han centrado en aspectos subjetivos como la cognición, el intelecto y las emociones, pueden obtener importantes ventajas al incorporar mediciones y seguimiento psicofisiológico.

El seguimiento de la activación del sistema nervioso autónomo, tanto en situaciones de reposo como en respuesta a estímulos desafiantes, ha desempeñado un papel importante en el avance del conocimiento sobre los mecanismos subyacentes a las variaciones individuales en el proceso de salud y enfermedad.

Además, se ha convertido en un recurso invaluable para evaluar y mejorar los enfoques terapéuticos. Es importante que los profesionales de la salud que trabajan con pacientes con dolor crónico conozcan, dominen y utilicen tanto la Hipnosis como la RAB.